El Día Nacional de la Mamografía se celebra el 5 de febrero en Brasil; la fecha pretende alertar sobre la importancia del examen para la detección precoz del cáncer de mama. Además, la prueba es la más eficaz para detectar la enfermedad. Las publicaciones en la literatura radiológica nacional son motivo de reflexión y estudio sobre la valoración mamaria mediante métodos de imagen. Pensando en ello, ¿cómo surgieron la mamografía y la mamografía?

Desarrollo a lo largo de los años

Las radiografías de las lesiones mamarias comienzan a tomarse unos 18 años después de la aparición de las radiografías en 1923, por parte del cirujano alemán Albert Salomon. Publicó su monografía sobre la utilidad de los estudios radiológicos de muestras de mastectomía. Así, se demostró la posibilidad de correlación anátomo-radiológica y patológica de las enfermedades de la mama, clasificándolas en condiciones benignas y malignas. Encontró pequeñas manchas en las cirugías de mastectomía y las llamó “micro calcificaciones”.

El pionero en mejorar la calidad de la imagen fue Raul Leborgne, quien llamó la atención sobre la necesidad de calificación técnica para el posicionamiento y los parámetros radiológicos utilizados.

En 1950, la patóloga Helen Ingleby incluyó la evaluación de la mama y sus variaciones según la edad y el estado menstrual de las pacientes, teniendo en cuenta también la correlación radiológica micro y macroscópica con la técnica de seccionamiento histológico seccional de la mama.

Máquina dedicada a la mamografía

A pesar de estos avances, en 1966 se lanzó la primera máquina dedicada a la mamografía, lo que provocó una ola de fabricación por parte de varias empresas. En 1977 apareció un nuevo modelo con tubos de rayos X. Y, una segunda generación de este modelo apareció en 1980.

En Brasil, la mamografía está asociada al Instituto Brasileño de Control del Cáncer (IBCC), ya que fue el responsable de traer la primera mamografía al país, en 1971.

Hoy sabemos que fue un gran logro mastológico para el país y, desde entonces, el incentivo a la mamografía no ha hecho más que crecer. Es necesario detectar la enfermedad a tiempo para una lucha más eficaz. La recomendación del Ministerio de Salud de Brasil y la Organización Mundial de la Salud es que la mamografía de detección se realice en mujeres de 50 a 69 años una vez cada dos años, antes de la aparición de los síntomas.